lunes, 12 de noviembre de 2012

CRÓNICA DE UNA ODISEA


A las 17:00 del jueves llegamos a Santiago de Compostela, por el camino hacia Lousa (390Km de camino) nos familiarizamos con lo que sería la climatología que nos encontraríamos el día de la prueba, mucha lluvia, niebla y algo de viento.

Nada más llegar a Lousa tuvimos el segundo percance, si si, segundo ya que el primero fue pasarnos un peaje de carretera sin pagar al no entender los símbolos, por suerte ayer al regresar pudimos pagarlo sin recargo.

Al llegar al Hotel nos informan de que teníamos anulada nuestra reserva y que no teníamos habitación, eran las 23:00 y ya nos veíamos durmiendo en el coche, por suerte en un Hotel Rural cercano tenían disponibles 2 habitaciones, justo lo que necesitábamos, problema resuelto.

El viernes brillaba el sol, teníamos esperanzas de que las previsiones fueran erróneas y que la carrera fuera igual de soleada, fuimos a recoger los dorsales, visitamos uno de los pueblos de Xisto (pequeñas aldeas que habían sido abandonadas al estar perdidas enmedio de las montañas y que han sido restauradas perfectamente para ser alquiladas a excursionistas...) la carrera transcurría por esas montañas y enlazaba los pueblos.

El sábado a las 04:15 suena el despertador, desayunar a esas horas es difícil pero necesario, mientras nos vestimos vamos ingiriendo los alimentos que habíamos comprado el día antes (yo una especie de rosco de reyes buenísimo).

De camino a la salida llovía pero no demasiado, siguen las esperanzas... De los 204 apuntados se presentan a la salida 154 corredores, los 50 restantes han ido listos y sabiendo lo que nos esperaba se debieron quedar en la cama.

Dan la salida y los corredores nos dirigimos trotando por asfalto hacia la montaña, Paco, Carmen y yo vamos juntos, tranquilos, esto es largo y muy duro, es una tontería empezar a tope en una carrera donde tendremos que acumular 5000 metros de subida. 

Nada más tocar la montaña nos damos cuenta de que hemos errado en la estrategia, un riachuelo que había que cruzar saltando por varias piedras hicieron que tuviéramos que estar parados varios minutos haciendo cola hasta que llegara nuestro turno.

Las subidas con una pendiente parecida a la de los cingles de Son Rullan pero enfangadas, en un momento y siguiendo a varios corredores nos damos cuenta de que llevamos un buen rato sin ver cintas, llevamos 4 km o menos y ya estamos perdidos, al dar la vuelta y llegar al punto correcto vamos los 3 en última posición destacados.

Los nervios llegan al contactar con los últimos corredores, en Portugal se ve que eso de dejar paso a los que van más rápido no se lleva, en una zona plana corrible pedimos paso al ir la gente caminando y no nos lo ceden, gritamos, silvamos... hasta que tuvimos que saltar al otro lado de una azequia y correr por la parte salvaje para adelantar al grupo.

Paco y yo seguimos, Carmen tarda más en adelantarlos, seguimos sin caer en el error de querer recuperar el tiempo perdido, esto es muy largo y pondrá a cada uno en su sitio le dije a Paco, frío, lluvia y dureza harán que quien no vaya a su ritmo se retire.

Al enlazar con los siguientes corredores me vuelve a pasar lo mismo, no hay forma de adelantar, el camino es muy estrecho y se hacen los sordos, yo resignado espero a que se ensanche, pero el paisaje era parecido al de una selva el Costa Rica, helechos, palmitos... adelantar por fuera imposible.

Al llegar a las bajadas 3/4 partes de lo mismo, pendientes de infarto que estaban lisas por las derrapadas y caída de mas de 100 corredores, los Portugueses suben bien pero técnicamente bajando lo hacen de pena, se me caían constantemente e iban muy lento, yo intentaba pasarles pero hacían lo imposible para que eso no fuera posible.

Decidí tomarme la carrera como un entreno largo, tira a tira y disfrutar de las vistas cuando la lluvia y niebla nos dejaba, lo mejor de todo los 5 o 6 pueblecitos que pasamos, casas de pizarra, calles de pizarra... increíbles.

Sobre el km 55 y a unos 30 de meta me veo bien y el perfil ya no es sobre la hoja tan duro, pero lo peor estaba por llegar, nos hacen remontar torrentes cruzándolos constantemente por troncos resbaladizos, sobre piedras pegando saltos, con quitamiedos para no caer por barrancos... 100 metros de torrente = unos 5 minutos, sólo podía pensar en Carmen, me decía que si llegaba a ese punto se negaría a cruzar o tendría un accidente, la organización se la jugó mucho.

A 14 de meta y a sólo 2 de terminar un torrente me encuentro a un amigo que hicimos inglés que estaba con 2 de los organizadores diciéndoles que se retiraba, que no podía seguir por esos caminos, que no aguantaba más. Yo le comenté que no le dejaría tomar esa decisión, de ninguna manera, a sólo 14 km uno no se puede retirar, venía de Inglaterra para tener los puntos para hacer la UTMB, que eso era lo más duro que había hecho...

Le dije que le acompañaría, que si quería caminar caminaríamos... le convencí y fuimos juntos, a falta de unos 4 o 5 para meta veo que 2 frontales se acercan rápidamente, estaba claro que venían a nuestra caza y me negué a ser adelantado, estaba fresco y empecé a correr rápido, me iba girando y vi que los frontales también aceleraban, jejeje, fondo no hemos hecho mucho pero series este mes unas cuantas así que estaba convencido de mis posibilidades, al tocar carretera hice unos 3 km a ritmo de 10Km, mis piernas iban a la perfección, me giraba y no había frontales, pero no iba a bajar el ritmo, por un sitio corrible...

Llego a meta con 15horas, el 50 en la general, nada mal tras las circunstancias, estoy convencido que sin perderme y de haber salido algo más rápido sabiendo lo de los atascos y las dificultades de adelantar hubiera quedado sobre el 25, pero en esta carrera lo importante era acabar, eso ya era difícil, sólo 102 acabaron.

Paco también hizo una buena carrera quedando el 84 y Carmen tras varias caídas y hacerse daño en la rodilla más el hecho de ir sola y hacerse de noche decidió retirarse el el cincuenta y poco.

Climatología? Pues en algún momento agua nieve y viento helado en la cima, creo que parecido a Cavalls pero gracias a esa carrera todos los corredores son más conscientes e íbamos con nuestro Gore, capucha... aún así las manos y cara fría... pies mojados toda la carrera, etc.

Lo mejor? Las vistas, el paisaje y aldeas do chisto
Lo peor? la poca solidaridad en dejar paso a corredores que van mucho mejor que tu.

El viaje acabó con Cabrito con castañas en una de las cabañas de las aldeas (increíblemente bueno), con pulpo a la gallega, percebes, vieiras, ostras, zamburiñas, cigalas, buey de mar, berberechos... y como no Albariño en Santiago de Compostela, porque como siempre digo, allí donde vayas como lo que puedas.

5 comentarios:

Pere dijo...

Per pròpia experiència, es Portuguesos són uns mal educats, sé que mai es pot generalitzar, però durant sa nostra curta estància de un any per Galicia vaig poder comprovar de quin peu cossetjen sa majoria... Robar solo robar jejeje
Molt bona crònica i cursa, llàstima de lo de na Carme! Esper que estigui bé, saludos amics!

Carmen dijo...

Jo no ho hagues explicat millor!!!! Trob que s'organitzacio es va arriscar molt fent baixar els corredors per aquelles baixades tan parilloses i fer atrevesar torrents domes amb el llum del frontal, varem tenir molta sort que no pasàs cap desgràcia! Jo vaig pasar molta pena!

Anónimo dijo...

Enhorabuena a los dos ....sois unos campeones
Abrazos

Oscar

Jose Maria (uffffff) dijo...

Enhorabona cracksssssssss

Roman Morell dijo...

Gracias a todos, esperamos poder seguir narrando más crónicas durante años.