martes, 24 de septiembre de 2013

MIRANDO AL HORIZONTE

Hace unos meses cuando miraba la barra de la derecha del blog y veía los contadores de la Ultra de Formentera, Mallorca, Menorca y Mont Blanc me entraba el gusanillo, cuantos retos por delante con la única finalidad de acabarlas y disfrutarlas.

Una a una la fui quitando de la columna a medida de que las iba haciendo y hoy actualizando el blog he borrado el último contador.

Mirando hacia atrás estoy muy contento, este año he disfrutado mucho de la montaña, el truco quizás haya sido no participar en la copa y de esta manera no cargarme de carreras, eso si, siempre que pude vine a animar y ver a la gente porque son fantásticas carreras.


Formentera es increíble, hacer esta carrera en esa época del año que no hay nadie es la mejor forma de conocer la isla, una vez más fuimos muchos mallorquines y sobre todo Milanas, nos lo pasamos muy bien y disfrutamos de un buen fin de semana, la carrera no fue lo bien que debería y es que una vez más fallé con la ingesta de líquidos y sólidos pero en esta ocasión sin daños colaterales.


Mallorca una vez más demostró que puede tener una Ultra a nivel mundial, no creo que ningún corredor de fuera no pueda hacer sino hablar maravillas de esta edición, yo contaba con la ayuda de Carmen desde Valldemossa que me iba avituallando en cada pueblo con lo que previamente había preparado yo en casa, de esta manera me obligué a comer y beber y me sirvió para seguir aprendiendo.


No llegué en mi mejor momento ni mucho menos pero hice una carrera perfecta, no creo que pudiera bajar esta marca tal como llegaba.


Menorca tiene un atractivo tremendo, cuando uno habla de Ultras enseguida piensa en altas montañas, mucho desnivel acumulado... pero esta es increíble, playas vírgenes se nos van apareciendo constantemente, un paisaje lunar que nos traslada a otro continente estando a un tiro de piedra de nuestra casa, la organización perfecta y una vez más la climatología perfecta para los que hicimos costa Nord.


No había entrenado más que 2 fines de semana desde la UMSDT, iba a acompañar a un amigo y sabía que en Mahón me pararía, ese arroz caldoso de es Cranc bien lo valía.


Mont Blanc era la gran cita, empecé a entrenar bien después de Menorca, tenía muchas ganas de montaña, disfrutaba saliendo y cada día me encontraba más fuerte, los tiempos en entrenos hacían presagiar que podía hacer una bonita carrera pero nos la jugamos al no querer mantener ese pico de forma y pasarnos de rosca para luego intentar recuperarlo, un mes antes de la UTMB nació nuestra hija y dejé de salir a la montaña, mis entrenos pasaron a ser salidas 2 veces a la semana, alguna 3 y normalmente eran rodajes por carretera, el más largo 19Km por la llana costa de Porto Cristo.


Conocer la carrera siempre es punto a favor y con esto me presenté a Chamonix, día perfecto donde los haya para correr, hicimos una carrera perfecta siempre al mimo ritmo y de esta manera adelantándo cadáveres hasta que por una negligencia mía me convertí en uno de ellos, aún así y gracias de que un compañero también estaba en unas condiciones parecidas a la mía hicimos la carrera más amena al ir juntos y llegar a meta fundidos en un abrazo, habíamos acabado lo que posiblemente para mi era la última ultra del año.


Ahora no tengo contadores en la barra de la derecha, mi barriga va creciendo de una forma peligrosa y las abuelas se empiezan a emocionar cuando me ven los mofletes. Quizás sea hora de volver al ruedo, salir a rodar por el monte y así también desconectar de trabajo, paquetes y biberones, pero antes preferiría que fuera Carmen que buscara su tiempo libre para hacer la preparación del post parto y así poder volver en breve a la montaña, los 2 juntos tal y como comenzamos hace años y que gracias a las abuelas en breve intentaremos repetir.

Miro al horizonte y veo cosas bonitas, volver a salir con los amigos a la montaña, reir en las bajadas y disfrutar viendo a Carmen entre nosotros, miro al horizonte y me veo haciendo la ultra a su lado, llegar a meta juntos y que al cruzarla nos entreguen a nuestra hija, entrar los 3 juntos sería un sueño, la marca lo de menos.

Y porque soñar es gratis miro al horizonte y me veo el año que viene de nuevo en el UTMB, de nuevo con Carmen y sabiendo que en la meta estará nuestra pequeña Alba, con sus bonitos ojos esperándonos ver aparecer al fondo y es que mi ilusión sería llegar a estar yo en la meta esperándola a ella ver aparecer por el fondo, emulando a sus papás y es que como he dicho antes, soñar es gratis y  (como diría Calderón de la Barca  ) los sueños, sueños son.                      

3 comentarios:

Migue Coll dijo...

Bueno, no te preocupes que aunque los primeros meses el tiempo se mueve despacio, pronto volverá a su ritmo habitual y el primer año de Alba ya habrá pasado. Luego seguro que con esos padres y con los juguetes que va a tener (un frontal, un camel back, sus primeras salomon...) me da a mi que será una campeona. Un abrazo y a disfrutar de cada momento!!

Roman Morell dijo...

Migue, lo de campeona no hace falta, conque disfrute como nosotros...

Anónimo dijo...

Tenéis ganas a volver a lo de antes? No se pueden hacer un paréntesis y seguir, dónde lo habéis dejado.. por eso se disfruten de los recuerdos.
Todo llegará a su tiempo y correréis junto de nuevo. Tu crónica con tus pensamientos y ilusiones es muy emocional y muestra tu gran corazón y amor a tu pareja, esto es muy bonito y bueno.
Las abuelas están avisadas (através de las flores)... y siempre se pueden contar con ellas, por eso te digo :
Sueños son bonitos y cuando se hacen realidad, será fenomenal !!
Un beso, Mamá