lunes, 14 de junio de 2010

El mundo se rinde ante Mario Mola


Pontevedra.- El gallego Javier Gómez Noya, que el pasado fin de semana rozó el podio en la tercera prueba del Mundial disputada en Madrid, se exhibió ayer al ganar con claridad la prueba de la Copa de Europa Premium de Pontevedra, en la que el mallorquín Mario Mola acabó segundo y el alemán nacionalizado austríaco Thomas Springer, tercero.

Gómez Noya finalizó el recorrido, de 1.500 metros a nado en el río Lérez, cuarenta kilómetros en bicicleta y otros diez a pie, por el casco histórico de Pontevedra, en un tiempo de 1 horas, 46 minutos y 22 segundos, casi tres minutos menos que Mario Mola (1:49:20).

El triatleta gallego tenía muy marcada en su calendario esta cita. Gómez Noya quería resarcirse ante sus paisanos del "tropiezo" del pasado año, cuando finalizó la prueba segundo después de que el ruso Dmitry Polyansky le adelantara en los últimos metros con un espectacular sprint.

Por eso, desde el principio el gallego quiso marcar las diferencias. Nadó el mil quinientos en un tiempo de 18:01 y afrontó la primera transición con casi un minuto de ventaja sobre un pelotón de diez corredores del que tiraban el británico Harry Wiltshire y el alemán Peter Melcher.

Aunque en principio la aventura en solitario parecía un suicidio, Gómez Noya no lo dudó y, espoleado por el numeroso público, tiró de casta para jugársela. Poco a poco, fue aumentando su ventaja, lo que acabó por desesperar a sus perseguidores.

El pelotón dejó de colaborar y eso favoreció a un Gómez Noya que firmó un ritmo altísimo en la bicicleta. Llegó a la última transición con una cómoda renta de dos minutos y cincuenta segundos, lo que, salvo algún problema mayúsculo, le aseguraba la victoria.

Por detrás, el mallorquín Mario Mola, el francés Vincent Yohann y los alemanes Springer, Zipf y Loeschke consiguieron despegarse del numeroso pelotón, por lo que ellos se jugarían las medallas.

Con una amplia ventaja sobre sus perseguidores, Gómez Noya se permitió el lujo de dosificar para evitar contratiempos y saludar al numeroso público en su último y definitivo pase por la línea de meta.

Nada más finalizar, se abrazó al presidente de la Federación Galega de Triatlón, Paco Villanueva, su gran valedor y el hombre que más lo apoyó cuando el Consejo Superior de Deportes (CSD) pidió en el 2004 la retirada de su licencia porque, tras un informe médico, consideraba que la cardiopatía que sufría ponía en peligro su vida.

Con el triatleta gallego saludando al público, Mario Mola y Thomas Springer entraron muy juntos en el estadio de la Juventud, aunque el mallorquín, con un increíble sprint final, logró sentenciar al alemán.

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